En este post, os voy a hablar de un nuevo proyecto que hemos comenzado el pasado mes de abril con PAUTA (Psicopedagogía para autismo y trastornos asociados)
Como ya he contado en otras ocasiones, también soy maestra de educación especial, profesión que ejercí durante muchos años.
Mi taller es un espacio envuelto por la creatividad, repleto de estímulos para los sentidos. Los colores, olores y texturas hacen del trabajo una experiencia positiva y agradable en todo momento
Desde el nacimiento de ULILOVE siempre tuve claro que uniría de alguna manera mi vocación con mi profesión, apostar por la inclusión socio laboral fue uno de mis objetivos a lograr desde el minuto uno. Ahora os voy a presentar a Xhulia, gracias a ella emprendemos este nuevo proyecto juntas, deseando que sea el inicio de un largo camino hacia la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual en ULILOVE
Xhulia tiene 24 años, vive con 5 compañeros de PAUTA en un piso tutelado en la comunidad de Madrid. Su día a día se reparte entre su casa, el centro de día de la asociación PAUTA, sus actividades de ocio y su nuevo trabajo en ULILOVE. Xhulia se comunica a través del lenguaje de signos, por lo que es importante que las personas con las que interacciona tengan dicha formación, la cual yo poseo por lo que nos podemos comunicar sin problemas. Solo hay que ver cómo llega cada miércoles al taller, con su sonrisa y tan predispuesta nos hace cree que es un trabajo en el que disfruta y le gusta realizar, dado que una de las características generales (siempre hay excepciones) de las personas con TEA (trastorno del espectro del autismo) son las tareas secuenciales y rutinarias, desde el primer día, junto con su profesional de apoyo, hemos diseñado un espacio de trabajo adaptado a sus necesidades, favoreciendo su autonomía desarrollo personal y profesional.
Este es el cajón de Xhulia, todos los miércoles a las 11:00, llega al taller sonriendo, saluda, se coloca el delantal de trabajo y comienza su tarea. Xhulia es la encargada de pintar a mano, uno a uno los corazones de madera, los cuales va colocando en hileras perfectamente alineados. El resultado final es un precioso detalle que yo finalizo añadiendo un ramillete de flores preservadas que se convierte en un regalo de boda muy demandado por los novios para las invitadas).
Aunque prácticamente el trabajo lo realiza con total autonomía, en algunos momentos Xhulia sigue necesitando el apoyo físico (moldear) para retomar la actividad. Así que ahora que conocéis un poquito más a Xhulia, sabréis que cada uno de esos corazones hechos a mano, es la combinación de un trabajo hecho de una manera especial y con muchísimo amor.
A todos aquellos que se han interesado en comprar estos corazones no dudéis en hablar conmigo.